Umbrales: habitar después del paisaje es un viaje exploratorio por la región de Antofagasta y en particular el desierto de Atacama que atrajo nuestra atención por la intensa actividad y las fricciones que hoy en día ocurren en su territorio. Estas van desde la complejidad y riqueza de las culturas indígenas que allí se han desarrollado y todavía se desarrollan, pasando por la actividad extractiva de la minería, el potencial futuro del Litio para la energía verde, las sofisticadas instalaciones e investigaciones astronómicas, las tecnologías y ensayos extra-planetarios llevados adelante por la NASA que incitan a la exploración y colonización de Marte, y el desarrollo exponencial del turismo y su explotación de  riquezas paisajísticas; entre muchas otras. Todas ellas conviven y se entrecruzan en un espacio compartido en constante discusión. De modo tal que a ratos pareciera que primara una concepción del territorio como un recipiente vacío por colonizar o poblar de los significados que cada actividad le atribuye. Para la astronomía es un lugar privilegiado para observar los fenómenos del universo, así como para la astrobiología es el sitio más análogo a lo que encontraríamos en Marte, mientras que para las ciencias ambientales es un ejemplo de cómo el extractivismo de la minería desnuda la precariedad del ecosistema y el futuro que podríamos esperar en la tierra.  

Estas visiones o espejismos, que encontramos durante el viaje, revelan puntos de vista unívocos y muchas veces en oposición binaria. Pero sobretodo, subentienden el territorio como un escenario para acciones actuales y futuras. Se trata de una visión colonialista en la que el lugar no existe como tal sino solo en relación con la actividad que lo dota de significado. Es esta suspensión del sentido propio de un lugar la que hace que este sea representado mediante analogías; de ahí que no sorprenda escuchar que el desierto podría ser la imagen de la tierra en unos cientos de años más. 

Al regresar del viaje, notamos que estas maneras de concebir el territorio, a pesar de las limitaciones y repertorios que imponían, no cancelaban la posibilidad de re-mirarlo desde la pregunta por el habitar. Esta pregunta es posible de ser elaborada no solo en Atacama, en la medida en que el lugar sea concebido como realidad favorable donde permanecer.